REV. SOLARES Y LUNARES



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DE  LAS  REVOLUCIONES
SOLARES  Y  LUNARES


(Cap.  XVIII de la obra de Jean HIÉROZ  "La Astrología según Morín de Villefranche, algunos otros y yo mismo". Este capítulo es de gran importancia para  el astrólogo pues contiene las invalorables reglas de MORIN para la interpretación de las Revoluciones.  Traducción, notas y aclaraciones del Dr. SPICASC).


Al final de los capítulos del Tetrabiblos que se refieren a la duración de la existencia, PTOLOMEO afirma que para decidir entre las diversas direcciones mortales, es necesario tener en cuenta "el apoyo o la oposición aportada por los tránsitos del momento y también de lo que puede ser anunciado por el retorno vigente en esa época". Se ha querido ver esta frase  la primera alusión conocida a los tránsitos y a las revoluciones.

MORIN, en su "ASTROLOGIA GALLICA", concede gran valor a estas últimas alegando que por el hecho de retornar a su posición radical el Sol y la Luna alcanzan una nueva fuerza en relación al Nativo. A su vez las posiciones de otros astros en el instante de esta renovación  influyen sobre las cualidades del momento y de la persona en cuestión.

En realidad, el hombre está continuamente sometido a la Influencia Astral del momento y en virtud de sus movimientos celestes y terrestres (esto es, en el cielo y en las casas o esfera local.  NOTA: Los planetas adquieren permanentemente nuevas determinaciones. Como consecuencia de ciertas circunstancias particulares, algunas de estas nuevas determinaciones resultan ser particularmente más activas. Es natural que en el momento de su paso por un lugar radical, la acción de un planeta se vea reforzada por la conjunción que se produce entre ella y el punto del cielo. Este último actúa como si el planeta (radical) mismo u otro  se encontrara aún en él. Y es natural también que los planetas sometidos continuamente, como se hallan, a la acción de las Luminarias (Sol y Luna), se vean particularmente afectados cuando éstas, retornando a su posición genetlíaca (o radical), vean su acción reforzada por su conjunción con el punto celeste donde persiste como un reflejo de ellas mismas.

Sin embargo, no se debe olvidar que los astros han sido pasivamente determinados para toda esa existencia en ocasión del nacimiento y que esta determinación persiste durante toda la vida del Nativo. Por consiguiente, ya sea en las Revoluciones, ya sea en otros tránsitos, los planetas no pueden recibir determinaciones contrarias a las radicales, pero sí pueden ser activamente determinados para que desencadenen su acción. Si por ejemplo, Marte ubicado en la Casa VIII del Radíx, se halla en Revolución solar en conjunción, ya sea con el Horóscopo (Ascendente) natal, o con el Horóscopo de la Revolución. el astro se hallará pasivamente determinado a actuar según su posición en VIII con un sentido mortífero y activamente determinado por su posición en I del Radix y/o de Revolución, sobre la vida del sujeto. En consecuencia, debemos abrigar serios temores por la existencia o al menos la salud del Nativo. Los riesgos serán aún mayores si simultáneamente el Ascendente de Revolución se halla en conjunción a Marte radical.

EL REGENTE ANUAL Y EL REGENTE DE LA REVOLUCION

El regente anual ha sido definido por PTOLOMEO en el último capítulo del Tetrabiblos  y MORIN admite las mismas atribuciones: la Luna a la infancia; Mercurio a la adolescencia; a la juventud Venus; a la primera virilidad el Sol; Marte a la segunda; Júpiter a la primera vejez y Saturno a la segunda.

El regente de la Revolución, como el regente de la genitura (rádix), es el planeta más poderoso en los lugares principales del tema, que son las Casas I y X, los lugares del Sol, de la Luna y de la Parte de la Fortuna. El lugar del Sol recibe especial consideración en las Revoluciones Solares y el de la Luna en las Lunares. Se debe preferir a un planeta poderoso por hallarse en domicilio a otro que debe su fuerza a la exaltación o trigonocracia, un planeta presente en I al regente ausente, pues más vale siempre presencia sin regencia que regencia sin presencia, y esto último en mayor grado si el planeta presente no obstaculiza sino que colabora con el regente ausente. Por último, debe preferirse un planeta que aspecte al lugar o lugares que rige (cúspides y astros presentes en esos signos regidos por el astro) a uno que no lo haga, como también es preferible un planeta que se encuentre situado sobre el horizonte a otro que se halle por debajo de éste.


PRINCIPIOS GENERALES QUE RIGEN LOS JUICIOS RELATIVOS A LAS REVOLUCIONES

l) De un tema de Revolución nada importante puede predecirse que no se halle anunciado en el tema radical y en las direcciones que vencen en el curso de la Revolución. Y viceversa, nada puede deducirse de las direcciones que no se encuentre confirmado en la revolución correspondiente. Pues si, por ejemplo, el Sol radical se halla en X y vence su dirección de trígono con un Júpiter bien aspectado, mientras que en Revolución Solar el Sol se halla en XII y en cuadratura con Saturno o Marte, sin recibir aspectos benéficos de Júpiter y estando mal aspectado este último, las promesas de la dirección benéfica del Sol no se verán realizadas. Además en toda revolución, deberán examinarse los tránsitos del mismo día y si estos son favorables los resultados serán bienes (y si desfavorables serán males), teniendo en cuenta para esto, tanto las determinaciones radicales como las de revolución

2) La similitud de las significaciones radicales y de revolución provocan los hechos y circunstancias enunciados en el rádix. La contradicción los suprime, retarda o pervierte. Por esta razón, todo lo que realiza una revolución está presignificado en el rádix y todo lo que se halla anunciado para un año dado puede no ser realizado por la revolución congruente por falta de similitud.

3) En un tema de revolución, cuanto más similares sean las posiciones de astros y signos a las radicales correspondientes, tanto más eficazmente actuará la revolución en la realización (para bien o para mal) de las significaciones del tema genetlíaco (rádix), siempre y cuando contribuyan en consonancia las direcciones correspondientes.

4) Una fuerte significación deducida del rádix y confirmada por dirección simbólica o primaria a menudo se ve reducida, postergada o anulada por una revolución solar débil al respecto. Viceversa, una significación débil de rádix o una dirección poco eficaz  puede verse realizada muy eficazmente (para bien o para mal) por una potente revolución.

Lo mismo vale, aún cuando en grado menor, para las revoluciones lunares. En particular se previene que una revolución lunar débil bastará para destruir o disminuir la influencia de una fuerte significación radical o de una revolución solar.

5) Es desfavorable que los Ascendentes, radical y de revolución se hallen en signos opuestos y peor aún, que se hallen en oposición exacta (sobre todo si se trata de una revolución solar). Esto es principalmente válido si para ese año se pueden esperar males y accidentes nefastos anunciados por el radix y sus direcciones (tales como enfermedades, diferencias y polémicas, enemigos declarados, etc.).
Por ejemplo, si la Casa VII radical esta mal aspectada y si planetas maléficos por naturaleza o estado cósmico se hallan en Casa I de revolución, los males previsibles se producirán en el curso del año.

6) Por el contrario, es favorable para los significados de la Casa I que el Ascendente de Revolución se halle en trígono al Ascendente natal y malo que se halle en cuadratura. Lo mismo es válido para el  MC y la demás cúspides.

7) Si el signo ascendente en revolución contiene físicamente un planeta que ya estaba presente en ese signo en el radix, esto afectará al nativo en lo que hace a las significaciones de la Casa I de acuerdo con la naturaleza, estado cósmico y determinación de ese planeta en el tema natal y en la revolución, acentuándose esto si el planeta se halla en conjunción al Ascendente de la revolución. Lo mismo tiene validez para el MC y cúspides restantes.

8) Aquello que un signo dado significa en el tema natal, se produce en función de las significaciones de la Casa que ese signo ocupa en revolución, siempre y cuando las direcciones sean congruentes. Así, el signo de I radical en Casa XII u VIII de revolución puede acarrear graves enfermedades, prisión, enemigos o la muerte del nativo si las direcciones concuerdan. (He aquí el "principio de superposición de casas" de Volguine, enunciado con la mayor claridad por MORIN tres siglos antes.  Nota del Trad,)

9) Un planeta dado actúa según la naturaleza de la casa que él ocupa en el radix y de la que ocupa en revolución solar o lunar, canalizando el sentido de la significación radical hacia el correspondiente de la revolución. Así, por ejemplo, Marte en Casa II radical y en Casa V de revolución significará un año de prodigalidad y/o de gastos en niños y en placeres a menudo voluptuosos.
Así también el regente de II radical pasando de V radical a XII de revolución, permite prever el encarcelamiento o enfermedad del nativo a consecuencia de los gastos ocasionados por los niños y las voluptuosidades, combinándose de este modo los significados de II, V y XII.

10) Se debe prestar atención tanto a la casa radical donde cae un planeta en una revolución como a la casa del tema de revolución en que se halla presente. Así tenemos que Saturno anareta, en caso de encontrarse en revolución conjunto al Ascendente radical amenaza la vida del nativo, cualquiera sea la casa de revolución en que dicha conjunción se produzca. Sin embargo, este último lugar puede indicar la clase de peligro mortal que va a atravesar el nativo. Por ejemplo, la conjunción de Saturno radical y Saturno de revolución en Casa V de revolución, reciben una nueva determinaci6n en el sentido de placeres, diversiones y voluptuosidades, de donde inferiremos la naturaleza del peligro analizado.


En resumen, en una revolución se deben tener en cuenta:
a) La naturaleza del astro.
    b) Su estado celeste radical.
    c) Su determinación radical por presencia física en casa de la Esfera Local (Mundo) y sus regencias (por domicilio y exaltación).
d) La Casa del tema radical donde se ubica en la revolución en cuestión. 
e) Su estado celeste en la revolución.
f) Sus determinaciones en revolución por presencia física en casa y por regencias.
g) Las maneras en que pueden combinarse las significaciones y determinaciones radicales y de revolución.

11) Un planeta cualquiera modula cada año su significación radical según la casa que ocupa en revolución y sus efectos deben juzgarse teniendo bien en cuenta ambas determinaciones. Se debe analizar en qué y porqué nuevos estados celestes y terrestres modifican su acción, recordando siempre que las significaciones en revolución están siempre subordinadas a las radicales. Así tenemos que un planeta en I (o regente de I) pasando por V incita a los placeres y diversiones especialmente si se trata de Venus. Si se ubica en X de revolución estimulará la ambición de honores, sobre todo cuando se trate de Júpiter.

12) En las oportunidades en que un planeta combina la significación de dos casas se debe investigar si esta combinación concierne directamente al Nativo o a otras personas. Por ejemplo, ciertas personas han opinado que un planeta ubicado en XI radical y pasando a VIII en revolución podría significar la muerte de amistades del nativo. Esto es un error, pues la VIII esta determinada solamente hacia la muerte del Nativo y debe concluirse de esta configuración que los amigos actuarán en relación a la muerte del Nativo (para bien o para mal según las demás indicaciones). NOTA: Por el Principio de casas derivadas sabemos que la Casa VI es la indicadora de muerte de amistades o protectoras (Es la octava Casa a partir de XI).
Si en cambio, el astro hubiera estado ubicado en VI de revolución que es la VIII desde la XI) ello podrá significar la muerte de amigos del nativo durante la vigencia de la revolución.

13) Un planeta puede retornar en revolución sea a su signo radical, a su casa radical, sea a ambos a la vez o bien a ninguno. Un retorno al signo radical implica un efecto según el signo radical y la casa de la revolución en que se halle. Un retorno a la casa radicar lo hará actuar según el signo y al regente de la revolución en el sentido de la casa. Si el planeta retorna simultáneamente en revolución al signo y casa radicales, sus efectos en los sentidos comunes al radix y a la revolución serán extremadamente poderosos. En caso de no producirse el retorno ni al si ni a la casa es necesario analizar si el planeta se halla en aspectos con uno y con otra y juzgar de acuerdo a los aspectos terrestres y celestes en los dos temas de acuerdo al sentido de esos aspectos.
Por fin digamos que de no existir aspectos en este último caso la acción del planeta será poco menos que nula.

14) Cuando un planeta ocupa en revolución el lugar radical de otro planeta, combinará las significaciones radicales de ambos astros y las determina hacia las significaciones de la casa de la revolución donde se halla el lugar de la conjunción.

Es necesario tener en cuenta cual de los dos planetas es el más poderoso en esa posición, si ellos son amigos o enemigos por naturaleza   y determinación radical y si lo que ellos predicen en el radix es análogo o contrario.NOTA:   Recordemos que hay amistad entre dos planetas cuando su cooperación es benéfica para los seres sublunares y enemistad cuando tal cooperación es maléfica. Así tenemos que:

a)    Dos planetas con cualidades elementales análogas son necesariamente amigos. En consecuencia, lo son Sol Y Júpiter, Venus y Júpiter, en virtud de la cualidad CALIENTE, Venus y la Luna en virtud del HUMEDO, etc.

b) Los planetas con Influencias Propias acordes son recíprocamente amigos. Lo son, por lo tanto, el Sol y Júpiter en virtud de su analogía con Vida y Honores, Júpiter y Venus en razón de la Fortuna, Dicha, Riquezas, Amigos y Niños; Venus y la Luna en base a Esposas y Amantes.

c) Los Planetas cuyas influencias no concuerdan pero que en su cooperación producen una combinación benéfica son denominados amigos en ese respecto. Así Júpiter Y Saturno benefician la seriedad, gravedad, prudencia y aptitud para empresas de importancia; Saturno Y Mercurio favorecen la profundidad de la inteligencia; Marte y Mercurio la diligencia, motivación, actividad y la picardía sana.

d) También son denominados amigos los planetas cuyos domicilios se hallan en aspecto benéfico, tales como los de las triplicidades, Marte (Aries), Sol (Leo) y Júpiter (Sagitario), etc.

Se consideran enemigos:

a) Los astros cuyos domicilios se hallan en oposición o cuadratura tales como Saturno y las Luminarias (Sol y Luna), Marte (Escorpio) y Sol (Leo), etc.

b) Aquellos cuyas Cualidades Elementales más intensas son contrarias, tales como Saturno (FRIO) Y Sol (CALIENTE); Saturno (SECO) Y Luna (HUMEDO).

c) Aquellos cuyas influencias son contrarias, tales como Venus, astro de Amor, Paz y Tranquilidad, que es enemigo de Marte, Planeta de Odio, Guerra y Trabajo. También diremos que Venus es favorable a la plenitud de las formas es enemigo de Saturno cuya analogía es lo magro y enjuto.

d) Son enemigos, los astros cuyas Cualidades Elementales siendo idénticas, conducen al exceso pernicioso en su cooperación, tales como Sol Y Marte en su exceso de CALIENTE y SECO.

e) Aquellos astros cuyas Influencias si bien análogas son maléficas, tal como sucede con Saturno y Marte en relación a los Peligros, la Depravación de costumbres los Infortunios y la Muerte Violenta; la Luna y Mercurio en lo que hace a la Inconstancia, Veleidades, Volubilidades e Inestabilidad Psíquica e Intelectual; Marte y Mercurio cuando cooperan negativamente en el Fraude, Embuste, Robo, Imprudencia y Temeridad; Júpiter y Marte al incidir en la Vida Fastuosa y la Arrogancia.

Un Planeta que se ubica en revolución en aspecto favorable adverso de otro radical es afortunado o infortunado en la revolución según los significados de ésta, tanto en razón de sus determinaciones por este aspecto (en radix y en revolución) tanto en razón del estado cósmico y naturaleza propia del planeta aspectante y de las determinaciones radicales de este último. Esto explica porqué si el Regente del Ascendente radical se sitúa en la XII de revolución en cuadratura  con Saturno radicalregente de VIII en el tema natal es previsible una enfermedad mortal para el Nativo; en caso de que Venus situada en la VII del radix se ubique en V de revolución recibiendo un trígono de Júpiter radical (y regente este último del Ascendente natal) el significado será el advenimiento de hijos legítimos de ser el nativo casado y en edad de tenerlos.

15) Es muy desfavorable que dos planetas que se hallen en mal aspecto en el tema natal sin que exista entre ellos recepción de domicilio y/o exaltación, vuelvan a colocarse en revolución en el mismo mal aspecto.  Estos males se aminoran en caso de existir recepción mutua en uno u otro tema. Si en cambio ambos se ubican en un buen aspecto en la revolución sin existir recepción, nada ocurrirá y en caso de haber recepción poco será el efecto favorable y esto a costa de grandes    esfuerzos.

En cambio si dos planetas que que se hallen en aspecto favorable en el radix se colocan en revolución en mal aspecto pero con recepción mutua, se deberá prever un marcado efecto benéfico tras franquear el Nativo medianas dificultades. En cambio, en caso de no existir la recepción solo cabrá esperar males cualquiera sea la determinación  (radical y en revolución) de ambos planetas.

16) Si en el tema de revolución se reproduce la conjunción de astros ya existente en el radix o bien los configura similarmente deberá esperarse el desencadenamiento de efectos radicales buenos o malos, modificados de ser el caso por las casas intervinientes de la revolución. Si en cambio en el tema de revolución la configuración de dos astros es opuesta a la del rádix, por ejemplo, si un trígono radical se transforma en una cuadratura de revolución o a la inversa, y no tiene lugar una recepción mutua, el cambio hacia el trígono nada producirá y el cambio hacia la cuadratura acarreara por lo tanto mucho mal. Si los planetas se hallan en recepción en el radix, el cambio hacia el trígono en recepción en la revolución será poderosamente benéfico. En cambio si en la revolución se produce el cambio hacia la cuadratura en recepción los males serán ínfimos.

17) Si el estado celeste de un planeta es el mismo en el radix y en una revolución solar, o sea cuando en ambos temas el planeta se halla en su domicilio o exaltación, directo, rápido, oriental asl Sol u occidental a la Luna, recibiendo solo aspectos benéficos de los restantes astros, situado por encima del horizonte durante el día, etc., él será plenamente eficaz ese año en el sentido de su significación radical sobretodo en el caso en que alguna de sus direcciones y su determinación actual concuerden.

Un estado celeste en revolución enteramente contrario al del tema natal es extremadamente pernicioso, sobre todo cuando se pasa de un buen estado radical a uno malo en revolución. En caso de estado en parte similar en parte distinto estos males se ven mitigados.

18) Cuando un planeta se ve determinado en el mismo sentido en radíx y en revolución, un efecto congruente se producirá sin la menor duda en el curso del año en caso de ser concordantes las direcciones que venzan durante éste. Careciendo de direcciones, los efectos serán nulos o de escasa importancia.

19) Si en el tema natal dos astros se hallan determinados en un mismo sentido o en sentidos similares y si en revolución ambos se hallan en conjunción o aspecto favorable y en lugares congruentes, ellos obrarán seguramente su efecto durante el curso de la revolución.

20) Se debe analizar si un planeta no se halla sometido en los temas natal y de revolución a dispositores o regentes de tendencias opuestas, pues de ocurrir esto; la predicción resultará necesariamente oscura y ambigua. Será necesario analizar en revolución el estado cósmico de ambos regentes para poder aportar precisiones adicionales.

21) En las revoluciones solares debe merecer el más cuidadoso análisis el Sol y su significación radical, ya que por el hecho de su incomparable potencia relativa, él actúa todos los años según su determinación natal aún careciendo de direcciones propias.  Así, MORIN que tenía su Sol en XII radical conjuntamente con Júpiter, Luna y Saturno, debió soportar en todas sus empresas oposiciones considerables provenientes ya de los Grandes, ya de Maestros a los que él estaba vinculado, ya de sucesos y circunstancias generales (tales como guerra, peste, nuevas leyes y acontecimientos de la Corte). Todo esto es de plena validez para las revoluciones lunares.

22) Cuando Saturno transita el signo de la Luna natal o el opuesto, debe prestarse gran atención a las revoluciones lunares, particularmente si el tránsito tiene lugar el día de la revolución, pues Saturno conjunto u opuesto en especial si el aspecto es partil es significador de enfermedades o de muerte.

23) También exigen muy cuidadoso análisis las revoluciones que se producen en el vencimiento de direcciones de las Luminarias (Sol y Luna) pues si el significado es congruente, los efectos se producirán irremisiblemente. Las revoluciones solares o lunares que se producen al vencimiento de las direcciones de las Luminarias deben ser examinadas muy atentamente ya que si la significación es congruente el efecto se producirá irremisiblemente.

24) El Nativo que tiene muchos planetas en una casa dada de su tema radical deberá experimentar en forma continuada los efectos de dicha casa, pues cada año habrá siempre alguno de estos planetas actuando en el sentido de su determinación natal y que obrará cosas que se relacionen con el significado de dicha casa. Así tenemos que en la vida de MORIN no hubo año en que su Casa XII radical no hiciera sentir para bien o para mal su influencia dado que en ella se alojaban físicamente Venus, Sol, Júpiter, Saturno y la Luna.

25) Se debe examinar como se comportan en la revolución solar vigente los significadores y promisores de las Direcciones que vencen en ese lapso y también de aquellas que habiendo vencido en la revolución precedente no han aún producido sus efectos. Esto se debe a que si el significador se halla en revolución en el lugar natal del promisor o bien recibe un aspecto fuerte (favorable o adverso) se transformará en promisor por cuerpo o aspecto congruente, realizando de este modo el efecto de la dirección. Por el contrario, si promisor y significador se hallan en revolución sin vinculación alguna, la dirección tendrá menor eficacia.

Esta dirección será, sin embargo, efectiva si el promisor retorna en revolución a su lugar radical y el significador se ubica en aspecto de su posición natal que sea congruente a la dirección, y lo mismo es válido en el caso en que uno y otro retornen a su posición radical aún cuando no haya aspecto recíproco.

26) Al regente del año o de la revolución solar se lo deberá juzgar en general teniendo en cuenta tanto su naturaleza propia como su estado celeste y terrestre en ambos temas.

En particular, si el regente del año en uno de esos temas se halla fuerte y benéfico, ayudará a la realización de las cosas favorables que el cielo anuncie para ese año y, principalmente, de aquellas que él significa en razón de su estado cósmico y determinación en uno y otro tema como también de sus direcciones. A no dudar, mitigará los males de la revolución sobre todo en caso de dominar (por regencia o exaltación) o aspectar benéficamente a los maléficos en el tema de revolución.

Si el regente del año e uno u otro tema, es maléfico ya sea por naturaleza, ya sea por determinación o ambas cosas, él desencadenará los infortunios previstos para ese año y de preferencia, aquellos que signifique en ambos temas de acuerdo a su determinación.

Lo mismo se aplica al regente del mes en las revoluciones lunares.

27) Si el regente de revolución solar o lunar se halla combusto, amenaza gravemente los asuntos- que representa en los distintos temas, presagiando también cosas ocultas o relativas a grandes personajes del mundo.

28) Si el regente de una revolución solar lo es también del tema natal se hallará más fuerte, para bien o para mal. Lo mismo se aplica al regente de una revolución lunar.

29) Si el regente de una revolución se ubica físicamente en ésta en el lugar o aspecto de un planeta natal deberá juzgarse el caso de acuerdo a la regla 14 pero la influencia del regente de la revolución será preponderante.

30) En el análisis de una revolución solar o lunar se deberán tener en cuenta sucesivamente los regentes del Ascendente, del MC y los dispositores del Sol y de la Luna, considerando la naturaleza y determinación de cada uno de ellos, tanto en el tema natal como en el de revolución el lugar o aspecto del tema natal en que se ubican para ese año, su estado cósmico en la revolución, hacia que planetas aplican sus aspectos y cómo y para qué se hallan determinados.

31) Si una casa dada, significadora de bien y bien ocupada en el radix se halla asimismo bien ocupada en revolución pero por planetas determinados radicalmente a significaciones contrarias, estos últimos serán para ese año o mes significadores favorables para los asuntos de esa casa. Si por el contrario, esa casa se ve mal ocupada en revolución, sobre todo por planetas determinados en el radix a significaciones contrarias y maléficas estos últimos serán para el período de la revolución significadores de males.

Si una casa significadora de males en el tema natal se halla mal ocupada en radix y en revolución, los males anunciados por ella se harán sentir durante el período de vigencia de la revolución.

Por el contrario, si la casa en cuestión se halla bien ocupada en revolución, los males no llegarán durante ese año o se verán muy atenuados.

32) De dos revoluciones solares inmediatamente sucesivas deberá analizarse la armonía o la oposición no solo en su conjunto sino también en los detalles particulares tanto entre ellas como en relación a las posiciones y direcciones del radix. En efecto, un mal año que sigue a otro mal año se torna aún más amenazante y, en los detalles, por ejemplo, un pronóstico de enfermedad que suceda a otro análogo se realizará casi con certeza, sobre todo en caso de congruencia de las direcciones que vencen en el período. Aquellos efectos que una sola revolución no puede realizar o bien concluir, la siguiente los obrará por completo.

33) REPITAMOS UNA VEZ MAS QUE NO PUEDE JUZGARSE EN ABSOLUTO REVOLUCION ALGUNA SIN INSPECCIONAR PREVIAMENTE EL TEMA NATAL Y SUS DIRECCIONES VIGENTES PARA EL AÑO EN CURSO (COMO TAMBIEN LA REVOLUCION SOLAR SI SE TRATA DE ANALIZAR UNA LUNAR). HABIENDO CONCORDANCIA Y CLARAS SIGNIFICACIONES, LAS INDICACIONES DOMINANTES CORRESPONDERAN A LOS HECHOS PRINCIPALES QUE OCURRIRAN DURANTE EL AÑO EN CUESTION.

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